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Y se quedarán los pájaros cantando.

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El silencio, aquel heraldo de infortunios, ese vacío al que mas teme el hombre del siglo XXI, ese demonio que nos obliga a pensar, a estar con una conciencia con la que no queremos convivir, que nos obliga a recordar sucesos y sensaciones que no queremos recordar, el silencio nos acerca a Dios, pero también a nuestros propios demonios; vestigios de la muerte y de la decadencia que, inexorablemente, se lleva todo lo que amamos y nos deja solos, solos ante un mundo hostil, ante el paso del tiempo, un tiempo que siempre quisimos echar atrás, un tiempo que, de hecho, a veces soñamos con echar atrás. En las ensoñaciones propias del duelo la mente juega esas malas pasadas, como si de una alucinación lovecraftiana se tratara, pero, por desgracia, mucho mas real y mucho mas cruel. Cuantas veces hemos soñado con ese tiempo afable y feliz, cuantas veces hemos tenido incluso la sensación de que eso no puede estar pasando, que es una mala pesadilla, que un día despertarás y todo volverá a ser co

A la Donna Angelicatta

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Tu eres el sur, tu eres Iberia eres Sefarad, eres Hispania restos de Al-Ándalus, eres extraña eres el norte, eres mi tierra Tu eres el bosque, tu eres el campo las montañas, el viento la dicha y el tiempo la risa de un niño jugando La nota de una flauta al sonar el espíritu de la tierra una tarde de verano en el mar mis sueños y mi guerra La llama de luz encendida el calor de una noche de invierno el río imparable de la vida´ mi castigo y mi infierno Eres Beatrice, eres Laura eres Isabel y eres Marta eres Dolores y eres Jenenska eres Alicia y eres Teresa Del otoño la última hoja caída de la primavera la primera flor tu eres mi vida tu eres mi amor -Caco, 2019

Moscas

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Papá Mosca llegó a casa después de un duro día de trabajo. Allí le esperaba su mujer, Mamá Mosca y su hijo Bebé Mosca. El pequeño ya estaba acostumbrado a lo que venía ahora, todos los días era igual, pero hoy algo cambió. Cuando se sentaban a cenar siempre había algo mal para Papá Mosca, siempre encontraba algún defecto en lo que hacían Mamá Mosca y Bebé Mosca y lo pagaba con ellos. Pero esta vez se le fue de las manos. Nadie se esperaba que acabara así. Pero no fue una paliza normal y Papá Mosca acabó con la vida de su mujer y de su hijo. Después de esto, y viendo que no podía reparar su error, decidió acabar con su vida para no tener que soportar la culpa.  Todo esto lo contemplaba una niña, que le había cogido cariño a esa familia de moscas que veía por su casa y que le servía de vía de escape, pues las observaba concentrada con las manos en las orejas para no escuchar los golpes y los insultos que propinaba su papá a su mamá. Ella no quería acabar como esa familia de mosca

Bienvenidos!

En un agujero en el suelo vivían dos hobbits. No un agujero húmedo, sucio, repugnante, con restos de gusanos y olor a fango, ni tampoco un agujero seco, desnudo y arenoso, sin nada en que sentarse o que comer: era un agujero-hobbit, y eso significa comodidad.  Y eso es lo que queremos ofreceros aquí, en este pequeño blog, comodidad. Somos Caco y Goomie, dos almas perdidas en el mundo con mucha imaginación y muchas curiosidades que compartir.  Esperemos que disfruteis de los relatos, reflexiones, mitos y leyendas y que no nos judgueis, recordad que estáis aquí por voluntad propia.